Tras el rechazo en el Parlamento portugués del cuarto Programa de Estabilidad y Crecimiento, el Consejo Europeo aprobaba el 25 de marzo el Pacto por el Euro Plus o Pacto por la Competitividad [PDF]. Un documento por el que varios países de la UE (los de la Eurozona y algunos otros) se comprometen a realizar una serie de políticas encaminadas “a reforzar la gobernanza económica y la competitividad”. ¿Cuáles son los ejes de actuación del Pacto Euro Plus?
Primero, los Estados miembros presentarán un plan plurianual de medidas de saneamiento de las finanzas públicas. Esto es, una reducción de déficit hasta el 3% del PIB y el control de la deuda pública. Estos controles servirían para evitar nuevas crisis de deuda.
El segundo bloque esboza medidas para el reforzamiento de la gobernanza económica en los países euro, es decir, avanzar en la coordinación de las políticas fiscales, la última política económica en manos de los estados nacionales. Este es un paso lógico si se desea eliminar los efectos asimétricos de las crisis, convirtiendo a la Eurozona en una unión monetaria óptima (movilidad de factores productivos, mismas perturbaciones y transferencias fiscales). De esta forma, el trabajo del Banco Central Europeo se coordinaría con toda la Zona Euro y no sólo se plegaría a los deseos del Bundesbank.
Tercero, en el marco del Mercado Único, se llama a los países adheridos a que lleven a cabo cambios estructurales que aumenten su competitividad.
Cuarto, aprobación de una nueva ronda de estress tests a las entidades bancarias, así como el impulso de nuevas medidas para la reestructuración bancaria. Porque el tema de las entidades financieras mixtas (público-privadas) no es una extravagancia española.
Y por último, la modificación del Tratado de Funcionamiento de la UE, la versión light de la fracasada Constitución Europea, para convertir en fijo el Mecanismo Europeo de Estabilidad para enero de 2013.